ÁNGEL de Oro es uno de los luchadores a los que mejor futuro se le augura. Su calidad, gran técnica y, sobre todo, juventud, lo hacen uno de los candidatos naturales a ocupar los más altos escalafones del CMLL. Pero el camino no será fácil, ya que existen grandes prospectos entre los que este gladiador lagunero tiene que ganarse el lugar, por lo que debe seguir con ese impecable paso.Con 10 años de experiencia, su gusto por la lucha libre fue una herencia de su padre Apolo Chávez, quien en todo momento lo apoyó para ver cristalizado su sueño. Desde niño, relata a Rosalinda Coronado, subdirectora de nuestro diario ESTO, se trepaba en los muebles de su casa y los rompía, “mi padre tuvo que reponer en ocho ocasiones la cama porque la agarraba de ring”.A temprana edad entrenó lucha libre, su profesor le dio luz verde; por lo que se presentó en la plaza de Torreón en donde se convirtió en un consentido de la afición. Seis meses después, se presentaron luchadores del Consejo y Ángel de Oro estaba entre los dos locales que alternaban con ellos. Luego se fue a Guadalajara, donde entrenó con Gran Cochisse, pero no tuvo la suerte que esperaba y regresó a su tierra. El enmascarado quiso probar suerte en la ciudad de México, y con 18 años cumplidos, debutó en la arena México.
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