Desde el lunes pasado, muchos de los fans de WWE y, sobretodo, fans de The Undertaker, hemos podido ver como la empresa ha comenzado a dar forma al futuro feudo entre El hombre muerto y Roman Reigns. Un feudo resistido por la mayoría (por no decir la totalidad) de los fans de WWE quien ven en Roman un luchador muy básico, arcaico e inexperto para enfrentar a la leyenda viviente de la industria.
Roman no es un luchador que haya tenido una gran mejora a lo largo del tiempo a nivel luchístico o de personaje. A pesar de ello, la empresa nos trata de hacer entender que Roman es un luchador top y que “debemos” verlo así. A diferencia de John Cena, quien comenzó como Heel, para luego ser Face, y fue en ese proceso donde los fans se dieron cuenta que su capacidad de persona (Gimmick) y de micrófono eran buenas, Reigns no ha tenido tal cambio sustancial, por lo que sigue siendo el mismo luchador que entro al roster principal sin haber mejorado drásticamente.
Como el título del artículo lo menciona y, a la vez, se respalda con lo reportado por Cageside Seats, Vince sería la persona que estaría presionando para que este resultado se dé. Algunos piensan que este plan es terrible puesto que Reigns no tiene tanto valor ni poder como para llevar esta situación a realizarse. Vinnie Mac hará lo que crea que es correcto para él. Ya sea ganar o perder; no obstante, parece que todo recae en una posible victoria de Roman.
Cageside Seats también reporta que WWE no tiene planes por el momento de volver Heel a Roman. Si bien os fans abuchean a Roman, aun siendo Face, no se planea realizar un cambio sustancial a su personaje a futuro.
Todo lo que se proyecta hacia Wrestlemania respecto de este combate resulta intrigante puesto que una victoria de Roman no solo pondría al a industria de cabeza, sino que también generaría una molestia inmensa entre los fans que esperan ver a The Undertaker seguir de pie en el evento más grande de todos, a pesar del traspié que tuvo ante Lesnar. Esperemos que Vince escuche a los fans más “clásicos” y nos dé una victoria de The Undertaker sobre su capricho llamado Roman Reigns.
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